PARQUE PÚBLICO MUNICIPAL EN BENAMOCARRA

 

La topografía del parque original es muy pronunciada. Su ejecución se realizó en distintas fases, percibiéndose una falta de unidad en el conjunto. Por otro lado la enorme fortuna de poseer una vegetación de un cierto porte proporcionaba un más que aceptable marco verde general de partida.

La nueva parcela que se agregó al parque, posee una topografía bastante llana y una cierta forma cóncava respecto a la ladera vegetal del parque previo.

El primer objetivo del proyecto consistió en la rehabilitación del parque existente. Con una más que aceptable vegetación, se buscaba proporcionar mejorar los elementos constructivos y generar una mayor unidad en el conjunto.

El segundo objetivo consistió en resolver la integración de la nueva área en el parque existente, de manera que se potenciase su correcta unión, una mejora de su vegetación y de su conexión con el vial inferior.

Esta parcela, de topografía bastante plana, se unió a la ya ajardinada mediante elementos que facilitasen la articulación eficaz de ambos espacios. Este objetivo buscó facilitar una comprensión, por parte del visitante de este parque como un espacio único. Para ello se potenció la interesante concavidad existente que permitía sentirse abrigado entre sus verdes brazos.

La intervención consistió en una rampa lateral que aprovecha el talud actual por su lado este y recorre el perímetro de la concavidad hasta llegar a la última escalera proveniente de los taludes superiores. Su desembarco se realiza sobre un plano inclinado ancho de nuevo trazado. Una rampa escalinata de descenso, que permite divisar y llegar, según el caso, al centro de la parcela. Esta superficie urbanizada conecta a su vez con otras dos menores y con distintas texturas y acabados, de ladrillo y empedrados.

El plano inclinado propuesto se ciñe entre dos muros de ladrillo enjalbegado. Por su forma y ubicación, puede dar lugar a múltiples usos, como sentarse entre sus escalones y contemplar el parque, o deambular por él subiéndolo y bajándolo, o incluso poder ser utilizado como improvisado teatrillo o auditorio al aire libre. De esta forma se permite recordar que allí nació el insigne músico D. Eduardo Ocón para que pueda sonar de nuevo su música entre la joven y vieja arboleda.